· Esta apreciación la formuló el presidente del Centro de Estudios Regionales, Manuel Tobar al referirse a este órgano del estado que sería reemplazado por la Cámara de las Regiones
VALPARAÍSO.- Martes 03 de Mayo de 2022
La dificultad más grande que tiene hoy la Convención Constitucional es la eliminación del Senado y que las atribuciones que se le asignan a la Cámara de las Regiones -que será el órgano de reemplazo-, van más allá de la descentralización y la regionalización.
Estas apreciaciones las entregó el presidente del Centro de Estudios Regionales, CER, Manuel Tobar al señalar que el sistema y el régimen político debieran construirse sobre dos pilares fundamentales: “El primero, consiste en que el Poder Ejecutivo pueda desarrollar el programa que la mayoría del pueblo decidió apoyar, y segundo, que exista un contrapeso que garantice el respeto a la minoría y la salvaguarda de la democracia. Lamentablemente, en un régimen presidencial, el voto discordante del soberano elige un Presidente con una mayoría opuesta en el Congreso. En este caso, al Presidente le será difícil ejecutar su programa. Al revés, si ambos poderes son simétricos, el Ejecutivo no tendrá obstáculos para implementar su programa. En este segundo escenario se requieren los contrapesos, con el fin de evitar la deriva de la mayoría por desbordar las reglas del juego. En tales circunstancias, una segunda cámara juega un papel estelar. En consecuencia se le debiera atribuir una potestad constituyente efectiva. No lo es cuando los diputados pueden con un quórum muy menor de 4/7 echar por tierra las decisiones de la Cámara de las Regiones, que tiene una legitimidad de origen similar. Ese acuerdo hasta ahora no es satisfactorio”.
Tobar advierte que el principal obstáculo que tiene la Convención es suprimir la Cámara Alta y que “la creación de la Cámara de las Regiones se origina por la oposición al unicameralismo. En esa perspectiva, las atribuciones que se proponen para ese órgano van más allá de la descentralización y regionalización. Se advierte una confusión entre los necesarios contrapesos y la necesaria descentralización. En mi caso, soy partidario de completar la descentralización administrativa para luego seguir escalando hacia la conformación de un estado regional en forma. En ese marco privilegió la asignación de atribuciones directamente a las regiones y comunas del país en una estrategia de gradualidad y selectividad del proceso. En una primera etapa, parece adecuado que la Cámara de las Regiones pueda delegar potestad legislativa a las asambleas regionales y también resolver sobre tributos regionales y la creación de empresas a petición de las regiones. Pero en las negociaciones no consideraron un catálogo de servicios públicos descentralizados, ni tampoco la posibilidad de endeudamiento con responsabilidad fiscal de las regiones autónomas, atribuciones elementales para una eficaz descentralización”.