VILLA ALEMANA .- Lisette Tricot, trabajadora social, ratifica su candidatura al concejo municipal como independiente.
Ha pasado toda su vida en la comuna, trabaja y vive en Villa Alemana, por lo que ahora quiere aportar desde el municipio a la que considera su ciudad, pues es su casa y quiere que esté bien cuidada, no sólo en el ámbito estructural, sino también en las relaciones humanas.
Lisette es Magíster en trabajo social con mención en comunidad y territorio, donde su trabajo siempre ha estado ligado a las temáticas de salud mental.
“La salud mental es un área donde existen muchas injusticias, hay mucho desconocimiento que lleva a discriminar y estigmatizar a las personas con diagnósticos psiquiátricos y a ocultar muchas veces lo que nos pasa por miedo a ser discriminados de esa forma. El avanzar en esta área es una cosa de Justicia Social”, señaló la candidata a concejal.
Tricot se declara activista en salud mental, es Cofundadora del Movimiento en Defensa de Nuestra Salud Mental, movimiento que ejerce acciones de acompañamiento e incidencia política a nivel nacional, Cofundadora de la Cooperativa Inclusiva Ruidosos, formada principalmente por y para personas en situación de discapacidad mental por causa psíquica de Villa Alemana, fue por 9 años directora de un centro diurno de salud mental, para personas con diagnostico psiquiátrico severo, trabajó además en un programa de reparación en maltrato grave y abuso sexual infantil y actualmente se desempeña en el Centro Nancy Araya Ruiz, primer centro acreditado de salud mental y rehabilitación en adicciones, también es perito social de la Corte de Apelaciones. Todo su ejercicio profesional ha sido desarrollado en esta comuna, desde la motivación de aportar desde su territorio.
“Conozco los problemas, pero también el potencial de la gente de Villa Alemana, falta articular y dar espacio para que la gente pueda trabajar de forma cooperativa y no competitiva, permitir que participen las personas que nunca lo hacen o las que no tienen espacio, como las personas en situación de discapacidad mentallas personas mayores, las niñas, niños y adolescentes, por ejemplo”, agregó la trabajadora social.
“Me gustaría poder gestionar espacios de salud mental comunitaria desde el Municipio, no solo pensando desde el ámbito de la salud, sino desde las nociones de bienestar, del buen vivir, donde se torna fundamental el poder asociarse, lograr participación social real y generar cultura favorable al medio ambiente”.