Carta/Opinión: Chile y una nueva jornada por la discapacidad.-

En el marco de la próxima Jornada Nacional de Ayuda a Personas con Discapacidad, la sociedad chilena se encuentra en un momento crucial de reflexión sobre los avances y desafíos en la inclusión y el respeto a los derechos de las personas con discapacidad. A lo largo de las últimas décadas, la comprensión social sobre las discapacidades ha evolucionado significativamente, pasando de una mirada asistencialista a un enfoque centrado en los derechos humanos y la dignidad de las personas. Sin embargo, aún persisten barreras que impiden una plena inclusión en la sociedad.

En Chile, la discapacidad ha sido históricamente vista como una condición que debía ser “curada” o “superada”, lo que ha perpetuado la exclusión social y el estigma. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un cambio gradual hacia una mayor sensibilización.

A través de campañas de concientización y el trabajo de diversas organizaciones, la sociedad chilena ha comenzado a reconocer a las personas con discapacidad no como sujetos pasivos de ayuda, sino como ciudadanos con plenos derechos que deben ser respetados y promovidos.

A nivel de políticas públicas, Chile ha implementado importantes normativas para la inclusión de las personas con discapacidad. La Ley 20.422, que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad, y la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU son hitos que marcan el compromiso del Estado chileno con este colectivo.

Sin embargo, desde una perspectiva crítica, estos avances legislativos no siempre se reflejan en la vida diaria de las personas con discapacidad. A pesar de la existencia de leyes, los problemas en su implementación siguen siendo un obstáculo. Por ejemplo, la accesibilidad universal en los espacios públicos y privados es insuficiente, las oportunidades laborales para personas con discapacidad son limitadas y las instituciones educativas aún carecen de los recursos necesarios para garantizar una educación verdaderamente inclusiva.

La jornada de ayuda a personas con discapacidad busca no solo brindar apoyo concreto a quienes lo necesitan, sino también continuar con la labor de concientización sobre la inclusión. La verdadera inclusión no se logrará únicamente con eventos puntuales o con normativas, sino con un cambio cultural profundo que involucre a toda la sociedad.

Mauricio Quidel

Director Escuela de Terapia Ocupacional

Universidad Andrés Bello.-