Carta/Opinión: Contacto piel con piel.-

El contacto piel con piel ya no es solo una recomendación, es un imperativo ético y clínico en el cuidado de los recién nacidos, especialmente aquellos que llegan al mundo antes de tiempo. La más reciente actualización de las revisiones Cochrane, una de las fuentes más rigurosas en evidencia científica, confirmó algo que muchos equipos de salud vienen observando hace años, y es que separar a un bebé de su madre inmediatamente después del nacimiento es una práctica injustificable.

El nuevo análisis, que reunió datos de más de 7.000 pares madre-hijo, fortaleció la certeza sobre los beneficios de esta intervención. La evidencia es tan contundente que la Organización Mundial de la Salud ya la incluye como estándar de cuidado, y los propios investigadores sostienen que sería poco ético realizar nuevos estudios que priven a algunos recién nacidos de este contacto esencial.

Para los prematuros, el impacto es profundo. El “piel con piel” optimiza funciones vitales como la temperatura corporal, la respiración y la frecuencia cardíaca, superando incluso lo que ofrece la atención de rutina en incubadora. Además, promueve la lactancia exclusiva: cerca del 75% de los bebés que reciben contacto inmediato logran mantenerla durante el primer mes, frente al 55% de aquellos que no lo reciben. También reduce de manera significativa el estrés, disminuye el llanto y actúa como un analgésico natural. En contextos de bajos recursos, puede incluso marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Los beneficios no se limitan al recién nacido. Para los padres, este contacto fortalece el vínculo, disminuye la ansiedad y les devuelve un rol activo en la hospitalización. Les permite sentirse competentes, conectados y emocionalmente presentes en un momento de alta vulnerabilidad.

Sin embargo, persisten barreras culturales y protocolares que dificultan su implementación plena. Es urgente avanzar en políticas y prácticas que lo garanticen desde el nacimiento, sin excepciones evitables. Al proporcionar el contacto piel con piel, estamos ofreciendo una estrategia segura, de bajo costo y efectiva para asegurar la salud y el desarrollo óptimo de nuestros bebés más vulnerables.

Andrea Mira

Académica de la Escuela de Terapia Ocupacional

Universidad Andrés Bello.-