Las Fiestas Patrias son uno de los momentos más esperados del año por los chilenos. Las fondas y actividades masivas reúnen a miles de personas en torno a la música, la gastronomía y las tradiciones que nos identifican como país. Sin embargo, estas celebraciones no pueden ser realmente un disfrute si no aseguran la participación de todas las personas en igualdad de condiciones.
La accesibilidad universal debe ser entendida como un derecho humano y no como un privilegio o un detalle técnico. Garantizar que todos puedan ingresar, desplazarse y disfrutar de estos espacios sin complicaciones es una cuestión de equidad y de justicia social. Cuando existen barreras arquitectónicas, comunicacionales o actitudinales, no solo se dificulta el acceso, sino que también se perpetúan exclusiones que afectan profundamente la vida social y cultural de quienes enfrentan estas limitaciones.
En este sentido, es urgente que los organizadores de fondas y las autoridades locales adopten medidas concretas: habilitar espacios accesibles y seguros para la movilidad de personas con distintos apoyos; instalar señalética inclusiva con pictogramas y recursos visuales; disponer de servicios higiénicos adaptados y zonas de descanso; capacitar al personal en trato inclusivo y primeros auxilios; y garantizar estrategias de comunicación que incluyan intérpretes de Lengua de Señas Chilena y mensajes accesibles en distintas plataformas.
Avanzar hacia celebraciones accesibles significa dar un paso concreto en la materialización de los derechos humanos y en el reconocimiento de que la diversidad nos enriquece como sociedad.
Mauricio Quidel
Director de la carrera de Terapia Ocupacional
Universidad Andrés Bello