Carta/Opinión: El estigma de la salud mental universitaria.-

Le  dejo información sobre la realidad de los estudiantes universitarias y lo poco sano que resulta normalizar estados de estrés o ansiedad, solo por tener una carga académica en época de estudio.

Actualmente muchos alumnos han expresado esta necesidad de llevar de buena manera esta realidad, y han expresado que no es normal dormir poco, comer mal o vivir en un estado de estrés permanente, por lo anterior es necesario bajar la carga y de a poco entender que vivir en ansiedad no es normal.

Se recomienda hacerse cargo de la salud mental para saber llevar estos procesos de mayor presión y no caer en estados dañinos que actualmente se trata como algo normal.

Espero que la información sea de su interés y quedo atento en caso de consultas o entrevistas.

Muchas gracias y que tenga una buena jornada.

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El estigma de la salud mental universitaria

En la vida universitaria, aún persisten estigmas y prejuicios que repercuten en la salud mental de los estudiantes y resulta urgente deconstruir la naturalización del estrés, la sobreexigencia y el malestar emocional como parte inherente del ser estudiante.

Dormir poco, no tener tiempo para alimentarse bien o vivir con altos niveles de ansiedad se han normalizado bajo la lógica del rendimiento constante, pero se advierte que estas conductas no solo dañan el bienestar de los jóvenes, sino que invisibilizan condiciones de salud mental por temor al juicio o la incomprensión.

Muchos estudiantes aún evitan declarar condiciones de salud mental debido al miedo al estigma. Incluso, quienes cuestionan el sacrificio extremo son tildados como “generación de cristal”. Es momento de dejar de romantizar el agotamiento y empezar a construir entornos educativos que validen el malestar, lo acojan y entreguen apoyo efectivo.

Por lo anterior, resulta muy necesario un espacio reflexivo para visibilizar estereotipos asociados a la salud mental, donde se aborden temas como el autoestigma, la exclusión social, el lenguaje estigmatizante y el doble estigma desde una mirada interseccional.

Resulta vital derribar las barreras que impiden hablar de salud mental con libertad. Es necesario consolidar acciones concretar para abrir el diálogo y reafirmar que no estamos solos, y que buscar ayuda es un acto de fortaleza, no de debilidad.

Macarena Quilabran

Académica de la Escuela de Terapia Ocupacional

Universidad Andrés Bello