Carta/Opinión: La realidad del estrés universitario a fin de año.-

El cierre del año académico se ha convertido en uno de los periodos de mayor tensión emocional para los universitarios. Mientras gran parte de la sociedad piensa en celebraciones y vacaciones, las universidades viven un escenario opuesto: bibliotecas llenas hasta tarde, pasillos saturados y estudiantes visiblemente agotados.

Investigaciones nacionales e internacionales han demostrado que muchos jóvenes presentan niveles elevados de estrés, ansiedad y síntomas depresivos cuando se concentran las evaluaciones y se define su proyección académica inmediata.

En las últimas semanas del año, exámenes finales, trabajos grupales, proyectos integradores y presentaciones orales se acumulan en una agenda sobrecargada. Esta presión aumenta cuando los sienten que enfrentan su “última oportunidad” para mejorar promedios, evitar reprobar o mantener becas.

Los estudiantes duermen menos, comen de manera desordenada y abandonan la actividad física, lo que genera un círculo de agotamiento que disminuye la concentración y deteriora el rendimiento. A esto se suman factores económicos, laborales y familiares que incrementan la tensión, especialmente para quienes compatibilizan estudios y trabajo o para estudiantes de primera generación que sienten la carga de no “fallar” a sus familias.

Existen grupos particularmente vulnerables, como mujeres jóvenes, estudiantes de primeros años y quienes cursan carreras altamente demandantes con prácticas y laboratorios. En contraste, contar con redes de apoyo, pertenencia universitaria y habilidades de organización actúa como un amortiguador relevante.

No se deben normalizar señales como dificultades persistentes de concentración, alteraciones del sueño y del apetito, irritabilidad, consumo de sustancias o pensamientos de fracaso, ya que pueden indicar cuadros de ansiedad o depresión que requieren acompañamiento profesional.

En tanto de parte de los recintos universitarios, se recomienda evitar la concentración de evaluaciones, ofrecer acompañamiento en hábitos de estudio y salud mental, fortalecer los servicios psicológicos y promover un clima cercano e inclusivo, ya que cuidar el bienestar estudiantil no es un extra, es parte central de la formación de profesionales capaces de responder a las exigencias del mundo real sin descuidarse a sí mismos.

Michel Garat

Director carrera Enfermería Campus República

Universidad Andrés Bello