A un año del mega incendio que afectó Viña del Mar, Quilpué y terminó con la vida de 136 personas, tenemos siete formalizados por inicio del incendio, pero lamentablemente no tenemos ninguna declaración de autoridad funcionaria levantada por la Fiscalía respecto a las responsabilidades de la respuesta del Estado ante la mega emergencia.
Tenemos un proceso de reconstrucción que ha avanzado muy lento, incluso reconocido por el mismo gobierno, con propuestas alternativas que se están planteando que no satisfacen a los mismos damnificados como es trasladarlos a otros sectores donde hay proyectos habitacionales más avanzados y no reconstruir en el mismo lugar necesariamente.
Y tenemos un Estado que periódicamente ha ido retirando las ayudas que entregaba a los damnificados como es el bono de acogida, que cada vez es respecto a menos gente y menos recursos.
Entonces, la situación no es para nada alentadora. Estamos conmemorando, cierto, este 2 de febrero como un día que marca un hito a un año de la mega emergencia que causó mucho dolor, mucha destrucción, pero lamentablemente los avances para esta conmemoración son escasos, por no decir prácticamente nulos.
Y esperamos que la conciencia se remueva de quienes toman decisiones respecto a este tema en nuestro país y finalmente dejen de retirar las ayudas a los damnificados, pero también agilicen finalmente el proceso de reconstrucción en los mismos lugares afectados y no terminen desarraigando a esas personas contra su propia voluntad, porque es cierto que hay algunos que desean migrar a otros sectores y desde esa perspectiva logremos avanzar desde la perspectiva del Estado en la reparación de las víctimas del medio incendio, porque el Estado fue responsable por su actual negligente en manos de autoridades y funcionarios que no tuvieron todas las competencias ni tomaron todas las decisiones adecuadas para haber prevenido los resultados en su actualidad que tuvimos de este medio incendio.