El pasado domingo marcó un antes y un después para la Unión Demócrata Independiente (UDI) en la región de Valparaíso. Los resultados de la segunda vuelta electoral de gobernadores dejaron al descubierto un claro voto de castigo contra el partido y la candidata, resultado de una acumulación de errores, actuaciones y decisiones poco estratégicas y, cómo no, los fantasmas del pasado.
La derrota en toda la región no fue un accidente, sino la consecuencia de una desconexión profunda entre la UDI y el electorado local. Casos como el del exalcalde de Algarrobo,yañez , o los problemas asociados a antiguas gestiones municipales en Viña del Mar o Valparaíso, aún resuenan en la memoria de los votantes. Incluso hechos fuera de la región, como los polémicos episodios vinculados a Caty Barriga o su esposo Joaquín Lavín León, hijo del destacado líder y excandidato presidencial Joaquín Lavín, siguen empañando la imagen del partido.
Pero más allá de los escándalos, la debacle las atribuyen también a una evidente falta de unidad y visión estratégica. La imposición de candidaturas, sin consenso ni respaldo ciudadano, terminó por minar las posibilidades del partido en territorios históricamente de derecha, como Zapallar , Santo Domingo, Algarrobo y Los Andes. Incluso en estos bastiones, la UDI sufrió derrotas aplastantes.
Uno de los nombres que emerge con fuerza en este análisis es el de María José Hoffmann. La exdiputada, parte de un círculo cerrado conocido como “los mismos de siempre”, parece insistir en mantener el rumbo sin reflexionar sobre los errores. ¿Acaso se planteará buscar nuevamente un escaño, sabiendo que los números no están de su lado.
La pregunta más inquietante es: ¿dónde está la autocrítica? Hasta ahora, ni la candidata ni su equipo han reconocido públicamente los errores que llevaron a esta derrota histórica. Si la UDI desea recuperar su lugar en la región de Valparaíso, deberá iniciar un proceso profundo de renovación interna y reconexión con las demandas de los ciudadanos. De lo contrario, seguirá perdiendo terreno frente a un electorado que, evidentemente, ya no está dispuesto a perdonar ni olvidar. Ahora lo peor de esta derrota es los efectos sobre la elección presidencial, ya que Evelyn Mathei se jugo a fondo por la ex candidata Hoffman y perdio en todas las comunas, es decir la candidata presidencial no entusiasmar ni logró retener a los votantes de derecha y una parte importante de estos se fueron a nulos, blancos y a Mundaca. Por otra parte tambien hay que decir que Hoffman tuvo atras suyo a todos los partidos de chilevamos , republicanos y las otras colectividades de la oposición y aun si no logro una mayor votación. Finalmente muchos dirigentes y parlamentarios de oposición en privado sostienen que hubo un bajon en la segunda vuelta, ellos asi definen que la candidatura redujo la intensidad y velocidad que traía, menos calle, escasa presencia pública de gigantografias , reducción del plan de medios y redes sociales, pese a estar abajo de Mundaca por mas 150
mil votos . Entonces las respuestas a ese cambio de estrategia o de darle mayor ventaja al gobernador aun no la tienen y en apariencia nunca la van a obtener y solo se van a escudar en falta de unidad.