Cabe recordar que el hecho ocurrió el 6 de enero de 2024, cuando Michelle fue vista por última vez con vida tras haber acudido a una cita con el imputado, a quien había contactado mediante una aplicación de encuentros. La investigación reveló que la joven habría ido al domicilio de Figueroa por un tema de drogas. Una vez allí, fue asfixiada por el sujeto, quien luego ocultó su cuerpo y lo trasladó hasta el río Aconcagua, donde lo arrojó desde las inmediaciones del Puente del Rey.
Tras varios días de búsqueda, y luego de inconsistencias detectadas por su familia, el propio Claudio Figueroa se entregó a la Policía de Investigaciones el 20 de enero, confesando su autoría en el crimen y entregando antecedentes clave para la ubicación del cuerpo, el cual finalmente fue encontrado el 11 de febrero.
El Ministerio Público reformalizó los cargos, solicitando su procesamiento por femicidio con razón de género, tipificado como femicidio no íntimo, además del delito de hurto simple, luego de establecer que Figueroa se habría quedado con pertenencias de la víctima tras su muerte. Entre las pruebas destacan registros de cámaras de seguridad, georreferenciación de los celulares, el hallazgo de objetos personales de Michelle en el domicilio del imputado y testimonios familiares que describieron su comportamiento errático tras el crimen.
Claudio Figueroa permanece en prisión preventiva en Valparaíso y enfrenta ahora el proceso judicial que busca justicia para Michelle y su familia.