La aspergilosis es una infección causada por hongos del género Aspergillus, las especies de este género se distribuyen en el medio ambiente externo, como por ejemplo plantas, materia orgánica que se descompone, suelo, aire, animales y hábitats acuáticos marinos y de agua dulce. También se puede encontrar en interiores, tales como superficie de un edificio, aire, electrodoméstico, agua potable, etc.
Constantemente los adultos inhalamos entre 6 a 8 litros de aire por minuto y si bien la mayoría de las personas inhalan esporas de Aspergillus diariamente sin enfermarse, en un entorno hospitalario representa un riesgo significativo para pacientes inmunocomprometidos.
La aspergilosis se presenta de diversas formas, desde reacciones alérgicas hasta infecciones invasivas graves. En el contexto hospitalario, la forma más preocupante es la aspergilosis invasiva (AI), donde el hongo invade los pulmones y puede diseminarse a otros órganos. Esto ocurre principalmente cuando las defensas inmunitarias del paciente están debilitadas, permitiendo que las esporas inhaladas germinen y crezcan.
Existen ciertos pacientes más vulnerables, tales como pacientes con alteraciones de sus glóbulos blancos los que son esenciales para combatir las infecciones, pacientes con medicamentos inmunosupresores, aquellos que han recibido trasplantes, los portadores de enfermedades pulmonares crónicas y aquellos que se encuentran en una UCI conectados a ventilación mecánica, cómo ha sido el caso más frecuente por estos días en los hospitales y clínicas chilenas.
Los establecimientos de salud realizan frecuentemente medidas preventivas para reducir los riesgos de infección, entre ellas uso de filtros para el aire en aquellas áreas de alto riesgo, control del polvo, sellado de áreas en construcción o reparación en el recinto, evaluación de pacientes en riesgo de contagio, diagnóstico oportuno, capacitación del personal, lavado de manos de personal y visitas.
La implementación rigurosa de estas medidas preventivas es crucial para proteger a los pacientes vulnerables y reducir la incidencia de aspergilosis en los servicios de salud hospitalaria. La concienciación y la colaboración entre los diferentes equipos asistenciales son esenciales para crear un entorno seguro para todos los pacientes.
Juan Videla
Académico de la Facultad de Enfermería
Universidad Andrés Bello