Al ingresar a las páginas de ¿Por qué los idiotas escriben al revés? Nos encontramos con grandes temáticas universales de todos los tiempos: vida, muerte, locura, trascendencia, espiritualidad, consciencia, universo, materialismo y fe. Paralelo a ello el autor se pregunta si escribir es necesario o se trata de una pérdida de tiempo que no conduce a ninguna parte. Aunque entiende que la única forma de recordar a Isabella -joven escritora fallecida el 2021 y gran amor de su vida- es a través de la escritura. Sabe que esa es la única solución para comunicarse con ella y con sus yoes que lo acechan en cada esquina del libro. En esos diálogos nocturnos con aroma a café y abandono, el autor se da tiempo para citar a grandes escritores que salvaron su existencia gracias al ejercicio de escribir…Este diálogo -o mejor dicho monólogo- nos dimensiona el final de esta obra que deja un amargo sabor en la garganta. En lo personal creo que el libro finaliza de una manera bastante brusca, al descubrir que las tazas de café tienen una dosis de veneno que va matando poco a poco al autor y protagonista de esta historia. Talvez por eso en el proceso creativo abarca las temáticas esenciales de la existencia humana: qué es la vida, qué es la muerte, qué significa no estar en ninguna parte, el hecho de prepararse para morir y no aferrase a cosas materiales y mundanas… todas estas temáticas más la muerte de Isabella conforman una antesala a la muerte inevitable del autor. Da la impresión que él se prepara para morir lentamente, aunque cuestionando el verdadero significado de estar vivos, enfermos o muertos. Un proceso escritural honesto y acaso valiente de su parte, quien, al final de la historia, nos muestra sus verdaderas intenciones: abandonar la vida a punta de gotas de veneno y lágrimas.
Acaso el objetivo sea irse en paz consigo mismo, conforme a resolver incógnitas existenciales, donde acude a escritores, filosofía, religiones y otras ciencias que le permiten aclarar el sentido de la existencia. Aunque el tema de fondo, la verdadera trama o energía que le mueve, es la muerte de Isabella. Esa es la gota de agua -o veneno- que derramará su última taza de café.
Marco López Aballay
Callejón Spic, Putaendo, invierno del 2024